En rustica. Pues como él es, así somos nosotros en este mundo". - 1 Juan 4:17 Cristo dice, "El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió" (Mateo 10:40). Los cristianos, algunas veces, malinterpretan estos versos de la Biblia y asumen que se refieren a que Cristo simplemente habita en el creyente. Pero ellos se refieren, mas precisamente, al concepto de identificación con el Hijo de Dios. Cristo y el creyente están tan plenamente identificados entre sí que cuando alguien recibe a un creyente, él o ella, a la vez, recibe a Cristo. !Que maravilloso es pensar que Dios puede incluirnos en este tipo de intimidad consigo - el tipo de intimidad que existe entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo! ¿Cómo puede concebirse tal idea? Solamente a través de la sangre limpiadora de Jesucristo y el poder santificador del Espíritu Santo obrando en nosotros. Kinlaw cree, dado que el evangelio no es una mera invitación a ser salvo, sino un llamado a representar a Cristo en el mundo cada día, que la iglesia debe desafiar a los cristianos a vivir y a dar ejemplo de vidas piadosas.