En esta obra cada personaje, aparece inseparable de sus acciones y de su ambiente y cada narración, un corpus de particularidades. Su escritura retrata y muestra un corte del instante como un flash que irrumpe en la escena de una vida para desaparecer de inmediato dejándonos el estado interior. Todo es diálogo, una conversación entre los escritores, su entorno, pensamientos y acciones. La narración sabotea, hasta cierto punto, la perspectiva de la realidad y la ficción de forma multilineal y simultánea y contrae la dimensión temporal en la que su autor se convierte en un narrador cuasi-omnisciente.