Bajo el reinado de Isabel II fueron motivo de estudio diversos proyectos para llevar a las grandes ciudades españolas el suministro de agua potable. El canal proyectado por Bravo Murillo para la ciudad de Madrid es, quizás, el más conocido de todos los que se proyectaron bajo este ideal de progreso, pero no el único. La compleja situación geográfica de Cádiz dificultaba el abastecimiento de agua potable de calidad y, al igual que en Madrid, el ayuntamiento organizó comisiones para estudiar las diferentes opciones existentes para llevar a la ciudad el suministro de este bien tan necesario. Esta Memoria justificativa del contrato celebrado para el abastecimiento de aguas potables á la ciudad de Cádiz, redactada por Miguel Ayllon y Altolaguirre, regidor síndico, jurista y fundador del Ateneo de Cádiz, e impresa en 1862, es una crónica de los prolegómenos que se sucedieron para hacer factible el proyecto gaditano. En ella quedan recogidas las querellas entre compañías para realizarlo, las distintas posibilidades que las comisiones barajaron o el contrato que se firmó finalmente con la Sociedad Menoyo y Compañía para la ejecución de lo que se denominaría el Canal de Cádiz.