El Matador es una novela en la cual el espacio y el arte de torear, son tan protagonistas como los personajes centrales y constituye un escenario del lenguaje que resulta en un espejo del mundo taurino. Una narración, que, aunque ficticia, refleja una imagen corpórea que representa la significación de la vida de los toreros, empresarios y ganaderos, más allá de lo que en ella se expresa.