Millones de personas de todo el mundo le conocen por sus magníficos retratos de hombres notables. Como actor, Charlton Heston alcanzó un nivel de éxito y reconocimiento al alcance de muy pocos. A finales del pasado siglo, echando la vista atrás a una carrera que abarcó medio siglo y a toda una vida dedicada a ser el mejor posible, como actor y como hombre, Heston escribió sobre lo que fue vivir æEn la ArenaÆ. En esta autobiografía, escrita íntegramente por él mismo, el actor habló con franqueza y calidez de las fuerzas que moldearon sus primeros años; de un hogar roto; de un joven tímido e inseguro que encontró en la actuación una forma de expresarse; y de Lydia, la hermosa joven que conoció en la universidad, con la que se casó y que acabó siendo su verdadera compañera de vida. De su extensa filmografía merecen citarse æLos diez mandamientosÆ, æSed de malÆ, æBen-HurÆ, æEl CidÆ, æMayor DundeeÆ, æEl señor de la guerraÆ, æEl tormento y el éxtasisÆ y æEl planeta de los simiosÆ. Heston también fue bendecido por el calibre de los directores con los que trabajó, entre ellos figuras legendarias como Cecil B. DeMil