Cada persona tiene su historia particular y existen determinadas condiciones de vida, traumas o lesiones, tanto a nivel psíquico como físico, que pueden provocar trastornos del esquema corporal y de la imagen corporal. Las personas que padecen enfermedades mentales se ven especialmente afectadas por ello. Dado que, en el marco de mi formación como terapeuta de danza y expresión, realicé unas prácticas en un centro para personas con enfermedades mentales crónicas, me gustaría resumir la experiencia que adquirí allí en 'Aceptar a una persona en su totalidad'. Este resumen es hoy la base de mi trabajo: Redescubrir, despertar la curiosidad, experimentar el cuerpo con todas sus posibilidades, alejarse de la disociación y avanzar hacia la individuación. En la búsqueda de la expresión personal, descubrimos el yo, experimentamos lo que significan el vínculo, la conexión y los límites. Nos experimentamos de forma integral en la danza entre el cuerpo, la psique y el alma. Día tras día, podemos aprender muchísimo unos de otros y experimentar juntos.